COLOQUIO RED DE CRONISTAS E INVESTIGADORES DE LA HISTORIA DE LA REGION VALLES
CUVALLES 2008
Historia del Palacio Municipal de Ameca
Ameca, Jal
En el programa general de los festejos patrios de 1918, se consigna que el día 15 de septiembre se llevara a cabo la inauguración de la torre del reloj del palacio municipal en construcción, a las 22:30 horas por parte de las autoridades municipales tendrá verificativo la ceremonia antes señalada y al sonar las 23:00 horas en el nuevo reloj el presidente municipal Don Julio C. Solórzano dará el “grito de independencia”, dichos eventos a efectuarse en la puerta principal del edificio que se levanta.
Antecedentes de las Casas Reales y de la Casa Municipal
Trasladándonos al siglo XVI, el entonces virrey de la Nueva España Don Martin Enríquez de Almazan, hizo llegar a todas las poblaciones de estas tierras conquistadas la Real Ordenanza de fecha 25 de Marzo de 1577, consistente en un interrogatorio que debía de contestarse por sus gobernantes para conocer historia y característica de cada pueblo, el documento de “La Relación de Ameca” se inicia el 2 de Octubre y termina el siguiente 15 de diciembre de 1579. Se envió de regreso a la ciudad de México firmado por quienes lo realizaron, Don Antonio de Leyva, Alcalde Mayor de Ameca y su escribano de juzgado Don Pedro de Moras, el citado documento no se envió a España como estaba señalado y a finales del siglo XIX fue localizado por algunos investigadores siendo objeto de estudio y publicación del mismo. Se desconoce como llego a la Universidad de Austin, Texas que es donde se encuentra actualmente.
Como se desprende de este documento, en lo que nos ocupa en su capítulo décimo textualmente dice... “está poblado y fundado en tierra llana baja, con traza de calles, casas del rey, iglesia y mesón. Hay dos calles en cuadra, con dos encrucijadas a todas partes, de oriente a poniente, norte y sur, mira este pueblo al poniente. Y esto se responde” . En este capítulo se encuentra el dato más antiguo en el que consta de que Ameca contaba con Casas Reales así mismo como la cárcel. El Dr. José Menéndez Valdez por disposición del intendente Jacobo Ugarte, realiza un recorrido visitando cada uno de los pueblos lo cual da origen al documento denominado “Descripción y Censo General de la Intendencia de Guadalajara 1789‐1793”, en lo que se refiere Ameca solo citare lo siguiente “...que las casas reales y la cárcel se encuentran en estado deplorable...”.
Cabe hacer mención que al establecerse la intendencia de Guadalajara en 1786 el pueblo de Ameca pertenecía a la jurisdicción que tenía como cabecera a Autlán, desconocemos por que los subdelegados residieron en Ameca durante varios años.
Las casas reales o casas consistoriales también eran las habitaciones de los alcaldes mayores en turno y después de los subdelegados. La función principal era la de atender los problemas entre los habitantes, estas se realizaban en “las salas de audiencias”, teniendo una sala para recabar los tributos y alcabalas que se debían de pagar a la corona. También se contaba con caballerizas, dormitorio para los vigilantes y serenos. Es de mencionar que el lugar donde estuvo por muchos años las casas consistoriales de Ameca es donde ahora se encuentra la sala del cine Reforma abarcando las fincas aledañas tanto al sur y al oriente de la misma.
Para 1840 el subprefecto de Ameca remite al gobierno del estado un diseño de la nueva forma que se dará a la cárcel anexando el presupuesto del costo de la obra que eran $ 5,000.00 pesos y está fechado con día 28 de Mayo del año mencionado. Este documento se localiza en el archivo histórico del congreso del estado. Por el estado ruinoso en el que se encontraban las casas consistoriales en el año de 1850 fueron derribadas con el objeto de ampliar la plaza y hacer la calle al frente la cual tienen hoy como nombre Vicente Guerrero.
A finales de ese año se amplió el edificio de la cárcel hacia el norte construyendo otras salas con el objeto de cambiar la casa municipal al mismo edificio en el cual hoy se encuentra el Palacio Municipal. Esto con el fin de que las actividades administrativas del Ayuntamiento no se interrumpieran para esto se contó con el apoyo económico del gobierno del estado siendo su titular el Lic. Joaquín Angulo y el Secretario de Gobierno el Amequense Gregorio Dávila Ramos quien después también ocuparía el cargo de Gobernador de Jalisco.
Como fue pasando el tiempo se le hicieron varias mejoras utilizándose algunos de sus departamentos ya como sala de ayuntamiento o cabildo, oficinas del jefe político, juzgado de letras, la comandancia de policía y la cárcel del municipio. En el año de 1867 se estableció en su interior la escuela municipal para niñas.
Con el objeto de que la casa municipal luciera con sus mejores galas para la recepción que se le haría a don Porfirio Díaz, en ese entonces Presidente de México, por motivo de su vista el domingo 6 de diciembre de 1896 para la inauguración del ramal del ferrocarril Guadalajara‐ Ameca, se hicieron mejoras con anterioridad a la casa municipal donde se destaco la decoración de la sala de cabildo con muebles y cortinas de la mejor calidad que había en esa época.
Destrucción de la casa municipal
El día jueves 4 de Junio de 1914, una vez que el General Victoriano Huerta ya había usurpado el gobierno de la República, también en nuestra ciudad se hizo notable la inconformidad como en toda la república. El destacamento del ejército que resguardaba la plaza de Ameca al recibir una orden se trasladó a la ciudad de Guadalajara, viajando en ferrocarril, para sofocar el levantamiento en contra del gobierno usurpador. Una vez estando desprotegida la plaza la turba enardecía comenzó arrojar piedras y otros objetos tanto a la casa municipal como a los domicilios de los funcionarios municipales de ese tiempo, gritando entre otras consignas: “Muera el mal gobierno”.
Se apersonaron en la cárcel liberando a los reos en general, siendo unos cuantos de ellos los que se encontraban procesados por sus ideales políticos y otros purgaban penas como verdaderos asesinos, ladrones y bandoleros. Las turbas incendiaron edificios aledaños y la casa municipal, al incendiarse esta se destruyeron los archivos que se tenían hasta ese entonces así como documentos importantes tales como lo eran libros de actas del registro civil, libros de cabildo y documentos de las demás diversas oficinas administrativas perdiéndose por todo esto gran parte de la memoria histórica del municipio.
Restauración del palacio municipal.
En el año de 1915 y con el objeto de edificar nuevamente la casa municipal y para que los trabajos administrativos se realizaran en un solo local, pues todas las oficinas se encontraban dispersas tanto en fincas propiedad municipal como en otras que se rentaban en el área céntrica de la población, se nombro por acuerdo de cabildo del día 8 de abril de 1915 una junta de mejoras materiales en el que el presidente lo fue el regidor Don Andrés Pascal quien recién había sido electo presidente municipal, como Secretario Don Salvador Uribe, como tesorero Don Julio C. Solórzano y dos vocales que fueron Don Paulino Valle y el Dr. Aurelio M. Fernández.
En el mes de octubre del año 1916 es electo presidente municipal Adolfo Preciado quien ya en funciones en el mes de Noviembre propone al cabildo realizar la construcción en base a los trabajos realizados por la junta de mejoras materiales de un edificio para la administración municipal,de acuerdo al proyecto del Ing. Porfirio Lomeli Arroniz. El cual se conformaría de 2 niveles, con una torre para el reloj que tendría 4 carátulas con el objeto de que se pudiera ver desde cualquier punto de la ciudad en su parte céntrica y una de las características del proyecto fue el de que en la esquina nororiente del edificio se hiciera un ochavo en la que estaría la puerta principal hacia la segunda planta elevándose la torre, los ángulos de la misma se orientan a los puntos cardinales.
Para este proyecto toma el modelo de varios edificios públicos de algunas ciudades europeas principalmente del palacio de Neptuno en Roma, dicha construcción tuvo varias modificaciones principalmente en su fachada.
Para la construcción de la torre, que fue lo primero que se edifico, a finales de 1916 se realizaron los trabajos de cimentación con una profundidad de 6 metros. Por la falta de la actividad económica del quinto cantón y a consecuencia de la revolución de esa época, la construcción del edificio tuvo demoras pero la autoridad municipal no decayó para lograr este objetivo.
Ya en el año de 1917 se consolidan los trabajos en la construcción del palacio municipal teniendo un gran avance en lo que respecta a la cimentación antes señalada y en el levantamiento de los muros de la torre en el proyectado ingreso. Por tal razón el año de 1917, en donde se hizo un gran avance, quedo registrado en la parte superior de cada una de sus ventanas de la segunda planta este año. En la administración de Don Julio C. Solórzano y de la cual formo parte como regidor propietario el Ing. Porfirio Lomeli en los meses de enero a Julio se concluyo la torre, inaugurándose la misma como se ha señalado al principio.
Como fueron pasando las diversas administraciones municipales incluyendo la del mismo Porfirio Lomeli y uno de sus hijos, se continuaron con los trabajos proyectados para el palacio municipal en el que en donde se recibieron aportaciones económicas y en especie de todas las clases sociales de la población de Ameca y sus alrededores así como del gobierno del estado.
En el año de 1922 el Ing. que originalmente diseño el proyecto, en un viaje que realizo a la ciudad de México agrego a la fachada de la construcción el pórtico estilo romano donde es la comandancia de policía, en su parte superior el pabellón de ocho columnas de estilo corintio que sirve de sostén a un remate de forma circular teniendo en su centro el águila del escudo nacional.
En ese tan mencionado nuestro palacio municipal encontramos los principales estilos arquitectónicos clásicos, la influencia italiana en la torre y algunos rasgos de la arquitectura mexicana por lo que se considera una edificación eclética. Se concluyo su edificación en el año de 1928 por lo cual su realización se consolido dentro de los dos movimientos armados más importantes del siglo XX en México: la revolución iniciada en 1910 y la Cristera.
Este Palacio Municipal es un orgullo y símbolo de identificación
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